Vistas de página en total

sábado, 27 de agosto de 2011

Has decidido, bien o mal, pero lo has hecho.

Estás en un punto sin retorno, te encuentras perdida y las palabras sólo te agobian, te agitan, te hacen preguntarte cómo has llegado hasta allí, y también, cómo vas a salir.

Estas en un pequeño acantilado, tienes el agua, oscura, turbia y agitada, pero también tienes otra salida volver al vacío, a las noches sin dormir. al dolor, a la espera. Tienes tanto miedo.

Te asomas al acantilado, ves el agua, te está llamando. Pero no sabes que habrá bajo las olas, que sin miedo, embisten contra las rocas provocando su erosión. Crees que las olas te van a empujar contra las rocas, o que sin saber cómo nadar te ahogarás, y también piensas que permanecer mucho en el agua puede hacer que te erosiones, no como las rocas, pero que pierdas el corazón, empujado por la arena y la sal. 

Y, ahora dime, ¿qué es peor?

Llevas demasiado tiempo al borde del acantilado, y tienes mucho vértigo. Tiemblas de arriba a abajo, y las lágrimas comienzan a brotar, por la impotencia y la desesperación que te produce no saber qué hacer. 

Miras a atrás y ves los buenos momentos, ríes mientras las lágrimas continúan brotando una a una, ahora tu pasado se vuelve violento, las discusiones hacen que el corazón se te encoja, te vuelves pequeña de nuevo. Pero has decidido algo, vas a saltar, caminas hasta el borde, los dedos de tus pies están ya en el aire, pero entonces, escuchas su voz, tras de ti, te dice que nada es imposible, que juntos podemos con todo, y que esto sólo sería el principio de un largo camino. Te giras y caminas hacía él, la miras a los ojos, extiende su mano para llevarte con él, pero tú ya has decidido. 

El último empujón, ahora sí lo sientes, lo vas a hacer. Corres y saltas, con un grito ahogado en la garganta y una sonrisa en la cara. 
Ahora, una nueva etapa comienza, no sé si peor o mejor, pero con muchas nuevas sorpresas que merece la pena descubrir.

jueves, 25 de agosto de 2011

Este es mi sueño~


Es  como esa típica canción, aquella que te hace estremecerte, la que todos conocen y nadie sabe como se llama.
Aquella que sin ningún significado te hace llorar, la que no puedes parar de escuchar, y resuena en tu cabeza toda una tarde.
Para los malos momentos y, para los buenos.
Esa canción que marcará tu vida, y que recordarás.
Y cuando estás ahí, en el escenario, bailando. Haciendo lo que más te gusta hacer, disfrutando, sintiendo la música.
Ahí arriba, todos te observarán y serás inmortal, los nervios te acosarán, te temblarán las rodillas, pero nada te hará pararte porque te gusta estar allí.
Esa presión, el saber que un mínimo error puede hacer el desastre.
Y quizás, descubrirás que este es tu sueño, porque el que luchaste, y que estás haciendo realidad.
Como cualquier otro sueño, igual de esencial.

Sueños.

Todo gira en base a una serie de sensaciones, de experiencias que marcan.
Que crean un modelo a seguir, y te hacen cada vez más fuerte. 
Incluso hay veces que sientes que ese es tu momento, y las sensaciones te sacuden todos los días que las practicas, y es ahí cuando te das cuenta de que tienes un sueño.
Un sueño que seguir, y que hacer realidad. 


Un sueño que consigue que todos tus momentos sean felices y que si tienes que llorar que te quede algo, y ese ''algo'' por el que seguir adelante son los sueños, únicos y especiales de cada persona.




Perderás, mil veces.


Caminas sobre las estrellas, es una noche preciosa. El cristal de la cúpula brilla, parece que las estrellas bajan hasta ti y crees poder acariciarlas.
Luego ves su mano, te llama.
Sus ojos te miran, pero no te ven, brillan.
Se acerca, es todo lo que tienes, te acercas.
¿Qué puedes hacer?
Luchar o rendirte, sólo estáis vosotros.
Bueno. tampoco sólo vosotros, pero que más dará.
Él es para ti, y lo sabes.
El tiempo corre, tu respiración es lenta y silenciosa, no quieres que se acabe nunca.
¿Pero que haces allí?
¿Qué haces a dos putos centímetros de la persona que te lo ha dado todo, y que ya no te va a dar más?
Tienes tanto que ganar y las estrellas te hacen brillar, pero sólo para él.
Miles de preguntas te traspasan de arriba a abajo, te vuelven vulnerable.
Y un día más eliges huir, escapar de todo lo que te pueda doler, y sin él continuas tu camino, sabiendo que lo vas a amar toda tu vida, sabiendo que esto volverá a pasar mil veces, pero siempre acabarás huyendo. Una y otra vez..

miércoles, 24 de agosto de 2011

Alcohol.


No puedes parar, te sientes grande, bailas..
La gente a tu alrededor va volviéndose borrosa lentamente, no sabes por donde andas, no puedes pensar, y por lo tanto no te duele.
Te sumas en un profundo sueño, ahora, no sabes por donde andas, la gente te agita, te agobian.. Te dicen que está con ella, y te da igual..Ya no hay rostros conocidos, te sientes sola y perdida.
El sueño es cada vez más profundo, las piernas dejan de responderte, caes.. Desde el suelo ves como todo se mueve a tu alrededor, y entonces, y sólo entonces, quieres despertar.

Llueve sin importarle a quién.


Y ver que nunca va a venir y te ves esperando en la parada del bus.. Mirando a todos lados y sabiendo que hay cien por cien de probabilidades de que te quedes allí sola..
Ves a la gente pasar, muchos van solos, atareados, con prisas.. También pasa gente anciana, van sonriendo, como siempre..
Alguna que otra pareja también pasa por allí, van cogidos de la mano, sonriendo, parece como si sólo existieran ellos..
Y tú estás allí, sola, mirándolos a todos.
Entonces empieza a llover..
Pequeñas gotas de agua, trozos de cielo.. Caen, sin importarles a quien..
Sales de la parada, empiezas a andar..
Van cayendo cientos de gotas sobre ti, te mojas, estás empapada, corres, ¿y porqué corres?
Ni idea..
De pronto te paras, algo se acciona.
Te preguntas porque estás corriendo, nadie te persigue. No esperas a nadie.
Comienzas a bailar, miras al cielo, gritas.. El agua moja cada una de tus prendas, tu cara.. Todo el maquillaje se te está yendo, pero te da igual..Eres libre.
Te descalzas, saltas y sigues bailando.
Cuando te hubiste cansado, te sentaste.. Sobre el barro. Y te quedaste allí, inmóvil, toda una tarde. Mientras cientos miles de parejas iban de la mano bajo sus paraguas, gente que iba sola, y otros que iban en grupo. Familias. Personas.
Pero que más da. Si llueve, y cuando llueve, todo es posible.