Me acuerdo aún, de como me sentí, la impotencia en mi cuerpo. Caminaba tras ella, iba tan concentrada en andar que ni siquiera se percató. Tampoco tenía fuerzas para más. Andaba y andaba.
La vi dar la vuelta a la esquina, y me fije en su mirada.
Ojos de océano, miraba a la inmensidad, cual grande era el planeta reflejado en sus ojos y cual cruel era la vida en su caminar.
Estaba perdida, su sonrisa como apagada y su voz cortante y seca.
Ojos de océano, miraba a la inmensidad, cual grande era el planeta reflejado en sus ojos y cual cruel era la vida en su caminar.
Estaba perdida, su sonrisa como apagada y su voz cortante y seca.
La seguí, no sé por qué, pero me pareció interesante. ¿Quién era aquella mujer, que sin mirarme, había conseguido que le siguiera?
No hay comentarios:
Publicar un comentario